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Filosofía & Proyecto

Deyanira Schurjin Benedetto
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Teatranta

Formadora

Dramaturga/Poeta

Activista

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Nacida en el exilio (Madrid) natural de Argentina. Durante un tiempo se mantuvo alejada de la escena; cuestionándose tanto la participación como una forma de sumisión a gusto del director en la compañía, del profesor en la academia, del método en la creación; así como la producción hegemónica de la cultura. Desde entonces busca, analiza e investiga otra forma de palpitar en la escena, llegando a formar el grupo de teatro político/militante Las Hipókritas (2009), de donde se desprenden varios proyectos, entre los que destaca La Mujer en Escena desde 2016  Centrando el discurso y la práctica en un feminismo transversal (género-racialidad-clase). Participa como docente en la "Escuela de Teatro de l@s Oprimid@s" Afanada por la recuperación de la memoria las luchas de las mujeres imparte, desde el activismo,  charlas, y escribe y colabora en distintos medios de contrainformación.

"Hubo un tiempo..."
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Nuestro mayor problema como creadoras, artistas y feministas es que, como nos advierte Teresa de Lauretis, “la mayoría de las teorías disponibles de lectura, escritura, sexualidad, ideología o cualquier otra producción cultural, están construidas sobre narrativas masculinas de género, tanto edípicas o anti-edípicas, limitadas por el contrato heterosexual”.

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Para construir un pensamiento crítico hay que armarse de valor, de sabiduría, de ingenio, de empoderamiento, y para ello se hace fundamental realizar una deconstrucción a la vez que una genealogía del pensamiento canónico.

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Rescatar a las pensadoras críticas con el sistema patriarcal y capitalista, que nos permita comprender plenamente los planteamientos de la cultura hegemónica, a la vez que hacer justicia con aquellas que tuvieron el coraje y la lucidez de ser disidentes del orden establecido, y seguir sus pasos. Para, y entonces sí, reescribir y resignificar las narrativas culturales, artísticas y semióticas.

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La Mujer en Escena es un proyecto que se viene desarrollando en Madrid desde enero de 2016. Nace del deseo de generar un espacio teatral de pensamiento crítico, feminista y contrahegemónico. Que reivindique un teatro político y politizante y de cabida a descubrir una dramaturgia, por lo general inaccesible, de mujeres combativas que nos enseñan el teatro como un dispositivo que acompaña y nutre a la lucha, que denuncia, visibiliza, nombra.

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Pero también, y al mismo tiempo, un lugar de capacitación para revelar la misoginia que soportan incontables personajes femeninos, tanto clásicos como modernos, pasados y contemporáneos, y para nada condenarlos sino más bien lo contrario, defenderlos, rescatarlos, darles el lugar que se merecen en la historia: Clitemnestra no será nunca más una pérfida mujer que cometió la inicua acción de tramar la muerte contra su esposo legítimo sino aquella que no pudo soportar el despecho, la humillación, el agravio de un hombre homicida, colonizador, un violador encubierto por la prosa. Y se rebela.

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De ahí que hayamos querido crear un espacio de adquisición de los discursos feministas críticos para aplicarlos en el terreno teatral, y con ello, desarrollar un teatro político feminista que refuerce la capacidad creativa y genere nuevos valores antipatriarcapitalistas.

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La propuesta, entonces, no es la de adquirir un método teatral para el buen actor sino formarse en un espacio reflexivo y de debate; ampliar las inquietudes intelectuales para disfrutar del estudio y la investigación; capacitarse de un análisis crítico feminista; motivarnos y motivar a todas aquellas que estén en la búsqueda de establecerse como creadoras, teatreras politizadas y con el afán de erigir un teatro politizante, acorde con los tiempo que nos toca vivir.

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Quienes llevamos a cabo La Mujer en Escena, venimos desarrollando hace casi ocho años, un teatro militante. Desde el principio quisimos fundamentar nuestro teatro en bases feministas y contrahegemónicas. Nuestra mayor preocupación es generar un teatro que afecte a nuestra realidad para, como mínimo, mantenernos en la resistencia, y en la medida de lo posible crear una semiótica, no femenina sino combativa, porque como nos enseña Wittig: no existe una literatura femenina.

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Lo que existen son cuerpos oprimidos asignados “MUJER”, con una experiencia vivencial dentro del sistema patriarcal. Por eso es un espacio donde aprendemos a crear y analizar, no en tanto que una categoría asumida (mujer), sino más bien en una vivencia determinada por el régimen heterosexual que nos obliga a ubicarnos en una creación combativa.

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La Mujer en Escena es un proyecto aún pequeño pero con grandes  aspiraciones a seguir desarrollando más talleres; alcanzar editar textos inéditos en castellano; ser una plataforma de fácil acceso al conocimiento teatral y feminista, y generar un pensamiento crítico, una semiótica propia, que huya de lo oponible, de la otredad, del binomio, la diferencia, la ciencia, y constituir las palabras de los días venideros, más sabias, más justas, más bellas: las nuestras.

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